Antes de que un pantsuit recorriere la pista, o un zapato de charol diese un paso hacia adelante con delicadeza, mucho antes de que una rubia de estirado cabello liso diese un beso con sus labios carmesí, en su debut en la colección de Alta Costura para Christian Dior, Raf Simons dijo: Flores.
Cinco grandes habitaciones de una mansión privada de estilo clásico parisino se llenaron con un millón de flores: Rosas de todos los colores se alineaban en la sala central, también habían orquídeas blancas, lirios azules y peonias, y es que; las flores son un homenaje a la "Mujer Flor", al señor Dior y su pasión por los jardines.
Para prepararse para esta colección, Simons, pasó un tiempo considerable en los archivos de Dior y surgió inspirado en la arquitectura de las prendas. Pero en lugar de centrarse exclusivamente en el color y la fantasía de flores, Simons miró su estructura. El detalle del busto de sus vestidos a menudo imitado las capas de los pétalos, por ejemplo.
En lo que fue sin duda el espectáculo más esperado de esta temporada de alta costura de París hubo una lista enorme y excepcional. Marc Jacobs, Riccardo Tisci, Alber Elbaz, Stella Tennant, Natalia Vodianova, Donatella Versace, Carine Roitfeld, Inès de la Fressange, Sharon Stone, Marion Cotillard, Kris Van Assche, la princesa Charlene de Mónaco, Jennifer Lawrence y Sharon Stone, entre otros asistentes.
Con una mezcla del pasado y el presente, las dos primeras salidas tuvieron como protagonista al pantsuit. El primer pantsuit en la Alta Costura apareció en la primavera-verano de 1967 por; Yves Saint Laurent, el tuxedo en julio de 1966. De ahí a aquí hay 46 años, dicho ésto, en Dior Haute Couture no ha habido, al menos en 12 años, ninguna salida con pantalón. Su aspecto más dinámico fueron aquellos en los que las blusas con ricos bordados se contrastaron con los pantalones de estética austera y en otros casos, estos
fueron contrastados con peplums para que sea aplicable a Dior.
En la pista observamos a los maniquíes llevar abrigos, chaqueta "Bar", vestidos de corsé, mini-vestidos de noche adornados con bordados florales que termina con una falda globo, blusas estructuradas, vestido de terciopelo azul inspirado en "Esther" de la colección de Alta Costura de Christian Dior en 1952. Los vestidos de dos caras, en la parte delantera con un tono pastel y bordado un tanto futurista haciendo referencia a Simons, y la espalda, para una salida dramática, bordado con un perfecto remake de los diseños históricos de Dior.
La paleta de color estuvo dominada por el negro y blanco, también apreciamos un gris con cortina de rosas, fucsia, rojo, amarillo, coral, azul eléctrico y azul oscuro.
Fue un buen principio: uno que promete una conversación reflexiva. Simons, sin duda, nos llevará a más excursiones de aventura en las temporadas venideras.
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